10 mejores cantantes de la historia del rock (aretha franklin, ray charles, elvis presley, john lennon, ...)

Las 10 mejores cantantes de la Historia del Rock según Rolling Stone


1. Aretha Franklin 
Lo tiene todo: el poder y la técnica. Es sincera en todo lo que dice. Todo lo que piensa o lo que le pasa se convierte en música, desde "Chain of Fools" y "Respect" hasta sus actuaciones en vivo. Ella tiene una confianza total en sí misma, no vacila jamás. Supongo que esa seguridad proviene del gospel, porque en el gospel no hay lugar para jueguitos. Y esto no es un juego para ella.





2. Ray Charles

Tenía la voz mas personal de la música popular. Podía largarse a hacer esas improvisaciones, unas risas o un "huh-hey!". Era como si algo lo golpeara cuando cantaba y tuviera que reaccionar contra eso. Disfrutaba de lo que hacía, y esa alegría era contagiosa.

Pero hay algo más, de lo cual no me había dado cuenta hasta que cantamos juntos en los 80 mi canción "Baby Grand". Cuando canta, no sólo canta con el alma. Más bien está transmitiendo todo su ser. Uno puede escuchar algo verdaderamente profundo.

3. Elvis Presley
De voz segura, insinuante y demoledora. Tenía esos momentos altos y profundos, esos sostenidos que se abalanzaban sobre la nota como un ave de presa.

4. Sam Cooke
Tenía la rara habilidad de hacer gospel a la manera en que se supone que debe hacerse: real, claro, directo. El gospel llevó a Sam Cooke a sus más grandes canciones, de la misma manera en que lo hizo con Ray Charles, que estuvo antes que él, y con Otis Redding.
Tenía una voz incomparable. Sam Cooke podía cantar cualquier cosa y hacer que valiera la pena. 

5. John Lennon

En todo lo que había una gran intimidad, combinada con un intelecto formidable. Eso es lo que lo convierte en un gran cantante. No cantaba muy fuerte. El está viviendo la idea nuestra más íntima añoranza de un mundo donde la paz sea real, cuando la canta. Y la canta con valentía, sin pecar de polémico o ingenuo. Es maravilloso expresar tan bien una idea que todo el mundo puede cantar. Cuanto más se desarrollaba como autor, más fácil le resultaba situar su voz en contextos diferentes. 
Pero fue contundente: siempre dijo la verdad. Sentía que tenía derecho a hablar sobre esas cosas y eso le daba a su voz una identidad muy especial. No tenía las características de un cantante profético: nadie continuó con su técnica. Fue directo a lo que sentía, a lo que tenía que decir.

6. Margin Gaye
Su manera de cantar, tan suave, tan delicada y, al mismo tiempo, con tanta fuerza. Eso proviene directo desde el corazón. Todo en su vida todo lo que pensaba y sentía, afectaba su forma de cantar. Era conmovedor escucharlo hablar desesperadamente sobre el mundo, en la cima de toda esa música increíble. seguía a las cuerdas con su voz, o cómo duplicaba lo que hacían los instrumentos. Una exuberancia sutil y simple que le agregaba a la música nuevos ingredientes.
Cuando Marvin se contesta a sí mismo en las canciones, o todo ese trabajo vocal de fondo, en el que su voz está alejada y produce eco. Es asombroso, le daba a cada canción tal claridad que me da escalofríos.
Se puede sentir su seguridad, su ansia, podés imaginar sus movimientos. Todo el público está pendiente de cada palabra; él los seduce todo el tiempo. Eso es lo que vuelve inmortal a Marvin Gaye.

7. Bob Dylan 
Hizo lo que  muy pocos cantantes pueden lograr. Cambió el canto popular. Y desde entonces hemos vivido en un mundo modelado por la voz de Dylan. Ya casi nadie canta como Elvis Presley. Cientos tratan de cantar como Dylan. Cuando Sam Cooke le hizo escuchar Dylan al joven Bobby Womack, éste dijo que no lo podía entender. Cooke le explicó que, a partir de entonces, la cosa ya no pasaría por tener una voz bonita. La cosa pasaría por creer que la voz decía la verdad.
Liquidó el artificio para quedarse con el arte. Tiró abajo las reglas impuestas por las eminencias de sus oficios, derribó la cuarta pared, se plantó frente al público y le dijeron: "No te atrevas a pensar que estoy bromeando".

8. Otis Redding
Pero Otis podía hacer cualquier cosa que requiriera emoción, y de ahí surgía su fortaleza, porque era un hombre muy fuerte y potente. Detrás del escenario, era como un boxeador esperando subir al ring. 
Sin el canto, Otis era más distraído e inseguro. No podía hacer los mismos movimientos en el estudio cuando cantaba. Era más limitado. Sin embargo, cuando él movía el pie izquierdo y después el derecho, todos tocábamos con más intensidad. Tenía un gran magnetismo y él lo sabía, claro.

9. Stevie Wonder
Siempre suena su voz como lágrimas de alegría, como si él estuviera al borde del llanto, pero de regocijo y paz, al contrario del dolor de alguien como Sly Stone.

Su voz tiene riqueza y claridad en todas sus inflexiones. Ese vibrato es impactante y desgarrador, pero nunca pierde esa cualidad franca que late por debajo. Su ceguera debe haber agudizado sus otros sentidos, su habilidad para imaginar y sentir. Hace que su música sea muy visual, muy gráfica.
Su confianza y su sentido de identidad son sobrenaturales. Stevie Wonder conoce exactamente quién es, qué rol y qué responsabilidad le han sido otorgadas. Se revela como un elegido, y eso es lo que lo hace ser quien es. 



10. James Brown
Nunca fue solo una voz, era todo el paquete. Pero el impacto de esa voz dio esperanza, porque se presentaba simple y no andaba con vueltas. Y estaba ese grito, era como una voz interior. Sonaba como la declaración de derechos de un hombre primitivo: Estoy vivo y puedo hacer cosas. El supo describir su baile como "control nervioso africano". Estaba en lo cierto.
Y cuando James aparecía, empezaba cantando en segundo plano, sosteniendo a la banda, con un efecto dinámico alto y suave. Siempre tuvo un costado de baladista que mostraba su sensibilidad. 
Lo más importante que aprendí de él fue que no podés quedarte quieto mirándote la punta de tus zapatos. Tenés que hacer cosas. El siempre suena a punto de explotar. Una vez que tomás la decisión de pararte frente al público y comenzar a moverte, las cosas se desatan. Estás creando movimiento en una sociedad basada en el orden.
En esas situaciones, la música tiene un poder catártico, y la gente que la hace lo sabe. Por eso James Brown se llamaba a sí mismo Soul Brother Number One. Y nadie, nunca, dijo que estaba exagerando.